Corazón de oro

Hace muchos años, cuando aún no se conocían muchas de las cosas que hoy en día tenemos, un grupo de investigadores de una de las civilizaciones más avanzadas que existían en aquella época, descubrieron una cueva llena de tesoros. Todos aquellos tesoros (monedas, objetos decorativos, joyas...), estaban hechos de materiales que ellos ya conocían (plata, bronce, cobre, vidrio...), pero había uno de aquellos maravillosos objetos que era diferente. Estaba hecho de un material totalmente desconocido para ellos. Este tenía forma de corazón y su tamaño era parecido al del puño de una mano. La pieza la llevaron al museo más importante que existía. Allí el precioso corazón se conservó durante muuuchos años y fue observado por millones de personas que se desplazaban hasta la ciudad para verlo. Todo fue así hasta que un día por razones de negocios, decidieron donarlo a otro museo situado a gran distancia y para ello, hubo que trasladarlo en barco, con tan mala fortuna de que en el viaje, el barco tubo un accidente y se hundió en el mar. Todos los pasajeros que iban a bordo murieron y del corazón con aquel extraño color amarillo brillante no volvieron a saber nada................................................................

............................................................................................PERO yo os puedo asegurar lo que pasó. El delicado objeto cayó al agua y esta, con su poder disolvente, lo deshizo y lo transformó en miles de millones de partículas con aquel mismo color, que se infiltraron en la tierra. Aquellos granitos empezaron a crecer y a formar más granos. Estos son los que hoy nosotros conocemos como oro. Por eso cada vez que veamos una pieza de oro , tenemos que pensar que es un pequeño pedacito de aquel gran corazón.